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Foto del escritorDiego Martinez C.

EL SECRETO DEL EXITO

Las personas crecen y cambian todos los días, pero una persona con una “actitud mental fija” ignora esa verdad. Piensa que está presa al nivel de inteligencia con el cual nació o, si nació con un talento natural, permanecerá así. Básicamente, cree que le falta habilidad para cambiar.

Una actitud mental fija hace que las personas sientan que necesitan siempre probar sus habilidades, tanto a ellas mismas como al mundo. Para ellas, el fracaso es una vergüenza inaceptable. Como la perfección es el objetivo de la actitud mental fija, estos individuos tienden a apegarse a lo que ya saben para alcanzar el éxito.

Si tienes una actitud mental fija y cometes un error, pensarás que eres un fracasado, creerás que tu objetivo siempre debe ser probar lo experto que eres y garantizar tu superioridad sobre los demás.



Ninguna de las cosas que una actitud mental fija nos dice es verdad. Cuando pensamos de esta manera, no alcanzamos nuestro potencial ni nuestros objetivos y sueños. Con la actitud mental correcta, con trabajo duro y dedicación, podemos desarrollar la habilidad, inteligencia y competencias que deseamos tener.


Una actitud mental progresista

Las personas con actitud mental progresista creen que prácticamente cualquier cosa sobre ellas mismas puede cambiar con esfuerzo. Reconocen que algunas personas nacieron con dones o habilidades que les permiten hacer ciertas cosas mejor que otras. Pero también creen que con el trabajo duro y la actitud adecuada se puede hacer lo que sea. Una actitud mental progresista cree que las habilidades innatas, intereses y talentos pueden ser adquiridos a través de experiencia y esfuerzo. El fracaso no es vergonzoso y no debe ser evitado: es una oportunidad de aprender y crecer.

Esta actitud ayuda a las personas a aprovechar los desafíos y desarrollar sus potenciales de formas que la actitud mental fija no logra. Para los individuos con una actitud mental progresista, la motivación y la educación aumentan sus capacidades.

Para ellos, esforzarse al máximo significa que alcanzaron el éxito, incluso si fallan.

La actitud mental de este tipo alienta a los individuos a buscar desafíos, esforzarse al máximo y aprovechar las nuevas oportunidades. Aparecen posibilidades que podrían nunca haber ocurrido. El potencial de una persona está constantemente evolucionando. A través del aprendizaje y el esfuerzo pueden encontrarse nuevas cosas o caminos para el éxito.

Una actitud mental progresista permite que las personas acepten los hechos, mientras que una actitud mental fija hace que se enfoquen en las cosas negativas. Tener una actitud mental progresista significa siempre concentrarse en cómo crecer, desarrollar y mejorar tu “yo” constantemente.




Los niños imitan a sus padres

Todo lo que decimos y hacemos puede dejar una marca en un niño. Como padres o profesores, debemos tener certeza de que estamos alentando la actitud mental progresista. Enseñándoles a aprender y crecer. Aunque algunas veces, enviamos mensajes intencionales de que los estamos juzgando y de que no pueden cambiar o mejorar. Si un profesor posiciona a todos sus estudiantes según sus IQs, entonces los trata de manera diferente, imponiendo una actitud mental fija. Los niños reciben el mensaje de que necesitan parecer inteligentes y empeñarse para ser los mejores. Creen que solamente los niños más listos tienen privilegios y oportunidades.

Debemos entonces encontrar una manera de ayudarlos a desarrollar mejores estrategias de aprendizaje. Los niños necesitan saber que son capaces de hacer cambios, trabajando activamente en aquello que quieren cambiar.

Los elogios pueden ser herramientas útiles para motivar a los niños, pero solo si son hechos de forma adecuada. Debes elogiar el esfuerzo que el niño hace, no su intelecto, talento o velocidad. Ellos necesitan ser alentados a trabajar duro. Los elogios deben

ser concedidos cuando son realmente merecidos.

Si un niño fracasa, es nuestro deber como adultos mostrarle cómo transformar ese fracaso en una experiencia de aprendizaje. Cuando saca una nota baja en un examen, debemos ayudarlo a ver que necesita esforzarse más para aprender el tema. Los estándares deben ser altos y debemos ayudar a los niños a alcanzarlos y superarlos.


El esfuerzo determina tu éxito

Lo que hace que alguien alcance sus objetivos no es el talento inicial, aptitud o la suerte: es el hecho de poseer una actitud mental progresista. Todo depende de la manera en que la persona piensa y reacciona en cada nueva situación. Si piensas que tienes el poder para cambiar y aprender, entonces es mucho más probable que alcances el éxito.

La actitud mental fija y la progresista trabajan de maneras diferentes porque poseen objetivos diferentes. Observa, por ejemplo, dos maratonistas con una carrera por delante. Uno de ellos tiene una actitud mental fija e intentará correr sin mucho entrenamiento porque tiene un talento nato. Pero si no consigue el primer lugar, perderá el interés.

En la misma situación, un maratonista con una actitud mental progresista se dedicará mucho y entrenará cuanto pueda. Para él, no ser el primer puesto no es devastador, es simplemente una señal de que necesita entrenar más. Aprovechará el desafío y la oportunidad de crecer. Sabrá que el talento no es algo fijo.

Las personas con actitud mental fija piensan que el esfuerzo significa que son menos talentosas o inteligentes que otros -ven todo como una competencia-. En contraste, aquellos con actitud mental progresista consideran a los otros como compañeros y no como la competencia. Piensan que cualquiera puede aprender con esfuerzo y que esto debe ser elogiado.


La perfección no existe

Las personas con una actitud mental fija frecuentemente tienen dificultades con las relaciones porque el crecimiento es el alimento del amor. Eso es verdad para todo tipo de relaciones, ya sean familiares, amorosas o de amistad.

Cada relación exige trabajo, pero tener una actitud mental fija no es compatible con grandes esfuerzos. En lugar de eso, estos individuos prefieren dar excusas cuando las cosas no funcionan y desisten cuando se ponen difíciles.

Las relaciones nunca son perfectas. Por lo tanto, las personas con actitud mental fija son infelices porque buscan la perfección sin alcanzarla. Las personas nunca son 100% compatibles. Además, la mayoría de los especialistas en relaciones piensan que las diferencias son saludables.

Las personas con actitud mental progresista aceptan mucho más fácilmente que cada persona es diferente. Reconocen que ellas mismas se están esforzando todo el tiempo

para crecer, desarrollarse y volverse mejores personas.

Les gusta estar próximas a las personas que ayudan en ese proceso de crecimiento, no solo con motivaciones y apoyo, sino permitiendo que sea recíproco. Cuando los problemas y las divergencias aparecen, las personas con esa actitud mental los utilizan como una oportunidad de crecimiento.

Cuando dos personas con actitud mental fija tienen una relación, necesitan evitar el peligro de transformar al otro en un enemigo. Nadie querrá ser el más débil o el inferior. La pareja debe trabajar junta, el uno para el otro. Y es muy importante reconocer el hecho de que las personas pueden cambiar.

En una relación es necesario aceptar que la otra parte y tú no estaréis de acuerdo siempre. Ver esto es una experiencia de aprendizaje positiva. La comunicación constante permite que se hable sobre cualquier problema que surja. Es importante no presumir de saber lo que la otra persona está pensando. Es mejor preguntar para que todo quede claro.



La visión crítica en el trabajo

Tener una actitud mental fija o progresista determina si fracasarás o tendrás éxito en los negocios. Así como en cualquier otra área, algunas personas son más talentosas que otras. Crear un equipo de personas talentosas no es suficiente si estas no poseen la actitud mental correcta.

Las compañías necesitan a un líder con mente progresista para mejorar y preservar los procesos. Esa persona debe comunicarse con individuos de todos los niveles, para evaluar los problemas y pensar en maneras de resolverlos.

Jack Welch de General Electric era un líder así, mantenía conversaciones con sus trabajadores y buscaba la retroalimentación. Se preocupaba con su equipo, y no con él mismo. No dependía de su propio talento para alcanzar el éxito pero trabajaba todos los días por los intereses de la compañía.

Por otro lado, el antiguo CEO de la Chrysler, Lee Lacocca, era un líder con una actitud

fija, totalmente enfocado en sí mismo. No podía crecer y adaptarse a los cambios del mercado y fue eventualmente sustituido.

Para crecer, los negocios necesitan colaboradores con una actitud mental progresista. Cada trabajador necesita ser valorado y autorizado a expresar su opinión cuando sea necesario. Si los empleados piensan en grupo y nadie puede discordar o criticar, entonces se tomarán malas decisiones.

Los negocios exitosos reconocen que los empleados con alto desempeño son un activo y que nunca deben, por ninguna razón, ser perjudicados. Cada miembro necesita trabajar en conjunto, como un equipo, para promover el éxito del grupo. Nadie debe ser valorado más que los otros y todos deben ayudar a promover el desarrollo mutuo.


La actitud de los mejores atletas

Muchos atletas realmente poseen un talento natural, la élite deportiva también trabaja muy duro para alcanzar y mantener su estatus. Mientras tanto, algunos de ellos dejan que su talento los aparte de la grandeza.

Al comienzo, el renombrado boxeador Muhammad Ali, no era considerado un atleta nato. Su físico no respondía al ideal de un boxeador. Sin embargo, consiguió vencer a Sonny Liston, quien representaba el modelo perfecto de atleta.

Cassius Clay utilizó su actitud mental progresista para vencer a los oponentes que eran naturalmente más talentosos. Se volvió un experto y eso permitió que ganara. Alcanzar el éxito en cualquier campo es, en realidad, fruto del trabajo duro y el esfuerzo. Los mejores atletas saben que siempre pueden mejorar y están constantemente practicando para lograrlo. Poseen el carácter para ser resistentes cuando las cosas se vuelven difíciles.

Otros atletas potenciales tienen talento pero no poseen el carácter para perseguirlo. Los atletas campeones no dan excusas, no huyen del fracaso. Utilizan cada partido y entrenamiento como una oportunidad para aprender a crecer. Y cada derrota simplemente les enseña lo que necesitan mejorar. Eso significa que deben poseer una actitud mental progresista y creer que tienen la habilidad para hacer cambios en ellos mismos y en su rendimiento. Encontrar la motivación en la derrota y mantener una actitud correcta requiere de mucho esfuerzo.

Si quieres jugar un deporte, no puedes tener miedo a fallar y no puedes huir del trabajo que implica adquirir una habilidad. Puedes no ser un atleta nato pero no significa que el esfuerzo no te ayudará a ser talentoso. No hay por qué tener miedo a intentarlo.


La importancia del crecimiento personal

Saber la diferencia entre una actitud mental fija y otra progresista es el primer paso para el auto perfeccionamiento, pero no puedes parar aquí. Cambiar tu actitud mental toma tiempo y mucho esfuerzo. No será suficiente hacer solo uno o dos pequeños cambios. Necesitarás mirar todo en tu vida de una manera nueva y progresista.

Puedes comenzar a preguntarte dónde encontrarás oportunidades para aprender a crecer todos los días. Te sorprenderás al descubrir todas las que existen. Puede ser aterrador al principio, pero mientras más control tengas, más puedes crecer. Debes planear y mantener esa nueva actitud mental y continuar tu crecimiento. Con el tiempo, puedes convertirte en una de aquellas personas que siempre se esfuerzan y aprenden de todas las situaciones. Entonces comenzarás a promover el crecimiento de quienes están a tu alrededor. Recuerda que será un trabajo difícil y que el esfuerzo es aquello que debes elogiar, en ti y en los otros.


Las actitudes mentales que adoptamos son el centro de lo que hacemos, pensamos y sentimos. Entender que la actitud mental progresista conduce al éxito y al auto perfeccionamiento, puede ayudarte a controlar tu desarrollo y felicidad. Tienes la habilidad de cambiar y nada es fijo.

Puedes transformarte de un estado en que temes al fracaso a un estado en el que creas nuevas experiencias. Descubre una nueva manera de pensar sobre cada experiencia en tu vida. Puedes también usar quien eres, aumentar tu inteligencia y descubrir nuevos potenciales escondidos.

Quién eres y lo que puedes hacer, depende completamente de ti.



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